6. Impulsarás las decisiones necesarias aunque sean costosas

Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad. (LS 197)

A lo largo de los cinco principios anteriores de esta Campaña hemos venido reflexionando sobre la grave situación socio-ambiental y la importancia de nuestros comportamientos cotidianos para resolver esta problemática.

El objetivo de mejorar el mundo es una responsabilidad y compromiso conjunto de toda la ciudadanía. Sin embargo, además de nuestros compromisos particulares, las empresas y gobiernos juegan un papel fundamental en el cuidado de la Casa Común. A pesar de ello, han sido los más lentos en reaccionar y podemos observar cómo «el sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente» (LS 54).

Necesitamos recuperar la capacidad de una política con amplitud de miras y no con intereses cortoplacistas, que tenga como centro el Bien Común y no los intereses de una minoría. «Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad» (LS 197).

Estamos llamados a ser una ciudadanía responsable con nuestros actos y comprometida con las causas de la pobreza y el deterioro ambiental. Esto hace que debamos mantenernos firmes ante quienes nos gobiernan cuando así sea necesario; y elegir representantes en función de que cumplan con los compromisos del cuidado a aquellas personas más vulnerables y a nuestro planeta, la casa en la que vivimos.

Sin una política comprometida que trabaje de forma real por un mundo en el que se respeten los derechos humanos, se reduzcan las desigualdades y se cuide la naturaleza nuestros esfuerzos particulares, se verán mermados.

Está en nuestras manos que los gobiernos sean responsables y trabajen pensando en el bien común a largo plazo. Es un reto de gran envergadura y es necesario superar la lógica de la eficiencia y de la inmediatez para que la acción política «asuma estas responsabilidades con los costos que implican» (LS 181).

Voces que claman...

Hilda Saavedra

Comunidad Piuja. SanJosé

(Ucayali, Perú)

La cocina de la abuela Hilda

Desde que la olla grande de barro se le chancó, la señora Hilda prepara su masato en una olla de aluminio. Pero, el sabor de la comida no es el mismo. "Antes solo cocinaba con mis ollas de barro y todo sabía más rico. En la grandaza preparaba mi masato y en las pequeñas el pescado, el plátano y el arroz", explica. Al igual que no sabe precisar los años que tiene -"creo que ya cumplí 70", comenta con una sonrisa, aunque su DNI indica que tiene 83-, Hilda tampoco sabría decir cuántas ollas de barro ha elaborado en su vida.

Fue su abuela quien le enseñó cuando todavía era una niña y, luego, ella enseñó a sus hijas el secreto para dar forma al barro. Sin embargo, sus nietas ya no están interesadas. "Las jóvenes ya no quieren hacer ollas y me pone triste. No todo hay que comprar si fácil las puedes hacer", razona Hilda dando vueltas en la mano a la última olla que elaboró.

Para hacerla, esta anciana pidió a uno de sus nueve hijos que le trajera barro fresco de una quebrada cercana a su casa, en la comunidad de Puija. Ella lo mezcló con arenita del río y agua para poder amasarlo fácilmente. "Lo pongo sobre la tabla y lo masajeo utilizando una madera como si fuera cuchara", expone Hilda moldeando una vasija imaginaria. "Así le doy su forma y cuando se seca queda solo el último paso: ponerla en la candela durante media hora porque después de quemarlo, el barro no se chanca", añade.

Orgullosa, explica que las ollas que ella elabora ni se dañan ni se rompen en mucho tiempo. Su hijo y su nieta, que traducen sus palabras del yine, asienten y aseguran que las utiliza siempre que puede. La olla que nos enseña está descascarillada. "Quiero hacer otra pero ya estoy mayor y ahora es difícil encontrar barro", señala Hilda resignada.

Hilda Saavedra - 83 años - Yine

Publicada en Poyagnu Natjirune ('Gracias, mis abuelos', en yine o piro)

I Encuentro de saberes productivos del adulto mayor - Sepahua (Ucayali, Perú)

Dolorse Aleixandre

Teóloga

Enlazarnos con la justicia con toda nuestra corporalidad

Me gusta el verbo "enlazarse" y me parece una buena traducción para el verbo hebreo dabaq que significa estar adherido, pegarse, aferrarse, unirse, arrimarse... Pruebo a traducir así algunos textos bíblicos y adquieren un sentido nuevo: "Como un cinturón se enlaza a la cintura de un hombre, así había yo hecho que se enlazara a mí toda la casa de Israel para que fuera mi pueblo, mi renombre, mi honor y mi gloria..." (Jer 13 ,11). También nos ayuda a entender mejor la actitud que el Señor espera de su pueblo: "Elige la vida y vivirás tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voluntad y enlazándote con él, pues él es tu vida." (Dt 30,19).

Buscando en el Evangelio personajes "enlazados", el primero que viene a mi memoria es el samaritano de la parábola en su "enlazarse" con el hombre medio muerto del camino.

Recordemos la escena: el realismo lúcido del autor no ahorra sus tonos sombríos: un asalto de bandidos, un hombre despojado, derribado y medio muerto y dos transeúntes "cualificados" que pasan de largo (y nos resulta inevitable recordar el bandidaje de nuestro mundo, sus víctimas olvidadas en los márgenes de la exclusión, la indiferencia de quienes pasan o pasamos yendo afanosamente a nuestros propios asuntos, la agresión continuada que sufre el planeta, etc.).

Y cuando la historia se obstinaba en hacernos creer que el mal constituye la última palabra de las cosas y que la situación es fatalmente irremediable, aparece otra figura en el horizonte, precedida de una pequeña marca gramatical que nos pone en vilo: "pero un samaritano...". ¿De dónde procede y qué pretende la "disidencia" introducida por ese "pero"? nos preguntamos ¿qué fuerza de oposición puede representar en medio de un mundo que no parece emitir más señales que las del frenesí posesivo, la obsesión por el propio cuidado y una inconsciencia satisfecha, mientras que pueblos enteros se desploman en silencio? Ese pequeño "pero" ¿no nos está comunicando algo de cómo mira Jesús la historia y de su terca esperanza que ve emerger en ella una poderosa aunque en apariencia débil fuerza de resistencia?

ENLAZARNOS CON LA JUSTICIA CON TODA NUESTRA CORPORALIDAD

(sigue Dolores Aleixandre...)

Porque, en medio de tantos signos de muerte, el Samaritano que entra en escena no parece poseer muchos recursos, no pertenece a ningún centro de poder que lo respalde y le garantice prestigio o influencia; es extranjero, viaja solo y no cuenta más que con su alforja y su montura, pero tiene la mirada al acecho y allá adentro, su corazón ha vibrado al ritmo de Otro y todo él va a correr el riesgo de enlazarse con el caído.

Y hace el gesto mínimo e inmenso de aproximarse al hombre abatido (¿o es también el planeta herido?). Cuando otros lo han esquivado, sin dejar que les hiciera mella dejarlo atrás, él se siente

afectado y responsable de su desamparo. La urgencia de tenderle la mano pospone todos sus proyectos e interrumpe su itinerario. La inquietud por la vida amenazada del otro predomina sobre sus propios planes y hace emerger lo mejor de su humanidad: un yo desembarazado de sí mismo. Es un extranjero al que ningún parentesco ni solidaridad étnica obligaba a atender a otro, pero que se ha detenido a socorrerle; es un viajero que ha descendido de su cabalgadura, ha cambiado su itinerario y se ha arrodillado junto a otro hombre enlazando su propia suerte con la suya.

¿Y si en ese gesto de pura alteridad se encerrara el secreto de la identidad cristiana más honda? Ser en medio del mundo un signo que contesta el acrecentamiento del tener, una presencia que afirma el valor y la dignidad de los más pequeños, la preocupación efectiva por cuidar de la Casa Común. Ínfima piedrecita de tropiezo en el campo de la lógica neoliberal, soñadores con los pies en la tierra, empeñados en mantener una relación esperanzada y no resignada con la realidad, capaces de descubrir posibilidades viables de transformación y de imaginar el "otro mundo posible".

Por eso importa tanto que nos preguntemos qué miran nuestros ojos: qué leemos, a qué fuentes de información acudimos, en qué tipo de personas nos fijamos, qué programas de TV preferimos...; por nuestros oídos: qué voces, opiniones y juicios tienen más influencia en nosotros, de qué medio social proceden, desde qué experiencia hablan...; por nuestros pies: qué lugares frecuentan, a quienes visitan, dónde se detienen, de dónde escapan...; por nuestras manos: para quienes trabajan, a quiénes sirven, con qué situaciones contactan...; por nuestro corazón: hacia quiénes se inclina, por quiénes se conmueve, por qué causas se apasiona...

Porque son esos comportamientos cotidianos y sencillos los que pueden verificar si nuestras vidas están también, como la del samaritano, en camino de enlazarse con la justicia.

¿Qué puedes hacer (o dejar de hacer)?

1. Interésate por iniciativas medioambientales y políticas que se desarrollen en tu localidad, participa en tu comunidad. En muchas localidades se desarrollan acciones de recuperación de espacios naturales tales como limpieza de ríos, y arroyos, plantaciones de árboles, etc. Es una buena forma de cuidar la Casa Común, además de fortalecer la educación y los valores de los más pequeños, y una divertida actividad en familia.

3. Racionalizar el uso del transporte privado. Plantéate otras alternativas de transporte siempre que sea posible. Te proponemos el uso de transporte público y medios no contaminantes como la bicicleta. Además de reducir tu huella de carbono y cuidar así la Creación, cuidas tu salud. Y en tus desplazamientos vacacionales ten en cuenta esta huella y realiza acciones de compensación de CO2.

6. Te invitamos a unirte a celebrar y orar como creyentes en las vigilas que se celebran en todo el territorio nacional. Puedes conocer su contenido, donde se celebran y en qué fechas en el siguiente enlace: https://www.enlazateporlajusticia.org/oracion/

7. Interésate por conocer la propuesta de Ley de Cambio Climático que ha elaborado Alianza por el Clima, de la que Enlázate por la Justicia forma parte a través de sus organizaciones participantes.

2. Caer en la cuenta de que el cuidado de la Creación es un reto muy amplio. Es importante entender la dimensión global del reto ante el que nos enfrentamos. Debemos superar las lógicas cortoplacistas, medidas tanto de manera temporal, a través de nuestra responsabilidad intergeneracional con las generaciones futuras, como espacial, ya que la dimensión global trasciende las fronteras nacionales.

4. Vacaciones solidarias. Este verano puedes optar por un voluntariado social. Unas vacaciones basadas en principios como el respeto hacia el hermano y su entorno natural, y el medio ambiente en general. Podrás descubrir el patrimonio natural único de cada región y comprender la importancia de proteger la biodiversidad que nos rodea. Es una gran oportunidad para mostrar a tu familia que la diversidad cultural o étnica, no es una barrera entre pueblos sino un elemento que nos enriquece y que nos permite mejorar y aprender mutuamente, además de educar en valores fundamentales como la solidaridad, el compañerismo y la construcción de una sociedad más justa y sostenible.

Nos recuerda el papa Francisco en la encíclica Laudato si' que "La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo" (LS, 178).
Este reto no es el reto de una minoría, es el reto de todas y cada una de las personas. La única solución es la suma de acciones individuales, el grano de arena de cada persona puesto en el Cuidado de la Creación.

5. Pensar globalmente para poder actuar localmente. Nos dice el papa Francisco que "llama la atención la debilidad de la reacción política internacional ante la crisis socio ambiental. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres Mundiales sobre medio ambiente" (LS 54).

Interésate por las políticas ambientales en tu localidad y exige medidas concretas, leyes y acciones que potencien el cuidado de la Creación y luchen contra el cambio climático. Recuerda, si cuidas el planeta combates la pobreza. Infórmate de las iniciativas medioambientales de los principales partidos políticos para exigir su cumplimiento en los diferentes ámbitos territoriales.

No solo podemos cambiar nuestros comportamientos personales, también podemos unirnos como sociedad civil para cambiar las estructuras. Si quieres conocer más sobre las líneas de incidencia de la Campaña puedes conocerlas en el siguiente enlace: Díptico de incidencia política


8. Usar alternativas al aire acondicionado para refrescar el ambiente este verano. Los climatizadores consumen mucha energía eléctrica, su uso indiscriminado no sólo aumenta tu cuenta de la luz, sino también las emisiones de CO2 a la atmósfera y contribuye a que se agrave el calentamiento global. Las alternativas son muy fáciles de usar, tales como, abrir las ventanas opuestas de la vivienda en las horas de menos calor para que el aire circule, esto contribuirá a bajar la temperatura, además de bajar persianas en las horas de máximo calor o exposición directa al sol. Puedes colocar toldos en las ventanas, así como tener plantas en ventanas y balcones.

Oración

NO (Ulibarri Fl.)
Señor, en el silencio de este día que nace
Si dijese que sí, Señor,
que todo está muy bien,
que el mundo es justo y bueno,
que la historia trae claridad,
que nuestras leyes son tus leyes,
que cada cual es cada cual,
que todos tenemos lo que nos merecemos,

que estos tiempos no dan para más...

Si dijese que acaso
las cosas son así porque sí,
y ahí están y no les demos vueltas:
si éste está arriba y ese otro abajo
es por culpa de la vida;
si algunos van de puerta en puerta
con un saco de cenizas a cuestas

es porque son unos estúpidos...

Si dijese que sí,
que todos tenemos igualdad de oportunidades,
que el esfuerzo es lo que cuenta,
que la revolución es una quimera,
que los ricos también lloran,
que el ser pobre tiene sus ventajas,

que allá cada cual con su conciencia...

Si dijese que exageras,
que tus bienaventuranzas no sirven para esta época,
que la pobreza, el hambre y las lágrimas,
son tierra baldía y yerma;
si buscase la aprobación a mi status

y nadie hablara mal de mi persona...

Si dijese lo que a veces se dice:
que el mundo no funciona con tus promesas,
que de nada sirve maldecir a los de arriba
y menos a los que triunfan,
que es bueno que haya libertad cívica

para todas las ofertas...

Si dijese que tus bienaventuranzas
son flores que encubren cadenas
o palabras que tranquilizan
a los que manejan los hilos de la historia...
Conformidad,
resignación,
admiración,
callar, callar,

y mucha precaución.

Si dijese que sí...,
entonces sería el momento de hablar seriamente
de los que anuncian paraísos en la tierra,
de los que dicen que tu evangelio aliena,

de nuestras cuentas secretas, de mi vida y sus apuestas...

Pero no, Señor.
Por eso pido Señor que,
todo lo que necesite ser cambiado, cambie,
para que sea según Tu Palabra.

Agenda

Descargar el archivo del sexto punto del decálogo verde "Impulsarás las decisiones necesarias aunque sean costosas":