6. Sé responsable y comprométete. Este es el paso más difícil y el más importante

El objetivo de mejorar el mundo no es una tarea de unas pocas empresas elegidas, gobiernos o personas, sino que se trata de una responsabilidad y compromiso de todas y todos.

Tenemos que ser conscientes de que no vivimos solos, nuestros actos repercuten para bien o para mal en otras personas. Nuestra responsabilidad transciende nuestras acciones individuales. Todo lo que hacemos influye, de un modo u otro, en el resto del mundo.

Así entendemos nuestra responsabilidad social, un tipo de responsabilidad que nos vincula con el planeta a título individual. Ser responsable significa obedecer a la propia conciencia, sabiendo que esa obediencia no se refiere a un acto pasivo, de esclavitud, sino a un acto operativo de compromiso, de deber.

En este sentido, tenemos un compromiso con el planeta. Debemos pararnos a reflexionar sobre aquellas cosas que nos exigimos y, con responsabilidad, hacer un esfuerzo por colaborar en el bienestar de quienes tenemos alrededor. Hacer sencillamente lo que tenemos que hacer. Es cierto que el compromiso requiere esfuerzo, pero todo lo que conlleva esfuerzo es en definitiva lo que acaba mereciendo la pena.

No hay que calentarse la cabeza buscando ocasiones extraordinarias para hacer cosas grandes porque quizá nunca lleguen esas ocasiones. Lo que importa es echarse a andar, ponerse en camino y sentir la pasión por la justicia; luego nos daremos cuenta de que es más fácil de lo que suponíamos. No existen límites de edad, de sexo o de condición social para practicar la solidaridad.

Súmate, participa, actúa y trabaja para combatir la injusticia y cuidar el planeta. Recuerda que cada persona es única y capaz de aportar cosas diferentes y necesarias. Es el momento de hacer, de construir colectivamente, de crecer caminando junto con otras personas que, como tú, apostamos por un futuro mejor ayudando a crear una sociedad que cuide el planeta y aumente el bienestar de cada persona, porque otro mundo mejor es posible y necesario. Es responsabilidad de todos y todas trabajar para alcanzarlo.

Y sabemos que es posible la esperanza porque caminamos junto a miles de personas en el mundo que eligen no resignarse. Nadie sabe de lo que es capaz hasta que se arriesga a hacerlo. Todo es posible si nos atrevemos a emprenderlo.

Actividad (4-8 años)

1. JUEGO DE LOS SAQUITOS

El objetivo del juego es contribuir a generar pensamientos y actitudes de acción solidarias.

Preparamos para cada participante una bolsita o saquito cerrado con legumbres o semillas en su interior. Parte de la diversión puede comenzar involucrando a quienes juegan a preparar su saquito, echando un puñado de legumbres en una servilleta o trozo de tela anudándola con un poco de hilo, por ejemplo. Cada participante se coloca una bolsa en la cabeza. Empiezan a moverse por la sala, llevando el saquito sobre su cabeza en equilibrio y sin sujetarlo con las manos. En función de la edad, se les puede dar indicaciones de mayor dificultad (caminar de espaldas, a la pata coja, dando saltitos, sentarse en el suelo, tumbarse, etc.).

Opcionalmente se puede utilizar música que marque el movimiento. Cuando una bolsa cae al suelo, la persona que la lleva sobre su cabeza «queda congelada» y otra tiene que volvérsela a colocar para «descongelarla», sin dejar caer su propia bolsa.

Pasados unos minutos podemos parar el juego y realizar un pequeño diálogo con el grupo, en el que la persona que anima el juego recogerá unas primeras reflexiones de las diferentes estrategias que cada participante ha utilizado, y comentará la importancia de la ayuda en contraposición a la individualidad y la competitividad, aun asumiendo un riesgo personal («quedar congelado»).

2. UN CORAZÓN HERMOSO

El objetivo es descubrir la belleza de hacer algo por otras personas y comprometerse en acciones concretas para cuidar a quienes tenemos alrededor y al planeta.

Se comienza con un cuento titulado "Un Corazón Hermoso":

"Erase una vez, en la plaza de una ciudad, un hombre joven que proclamaba a los cuatro vientos poseer el corazón más hermoso que nunca nadie hubiera visto. El gentío se acercaba a verlo y todos corroboraban lo dicho; era un corazón realmente hermoso: sano, fuerte, joven, de un color rojo intenso y que latía con vigor. El joven se mostraba muy orgulloso de tener aquel corazón. De repente, de entre la multitud, apareció un hombre viejo, que adelantándose, le dijo:

  • "Mi corazón es más hermoso que el tuyo"-.

El joven y el resto de la gente lo miraron asombrados. -"¿Cómo puedes decir eso?" - dijo el joven - "Muéstranoslo"-. El viejo se abrió su camisa y enseñó a todos su corazón: era un corazón viejo y cansado, pero lo que más llamaba la atención eran las numerosas cicatrices que lo surcaban; en unos lados faltaban trozos, en otros había trozos desiguales, lo que le daba a aquel viejo corazón un aspecto grotesco.

  • ¿Cómo puedes decir que tu corazón es más hermoso que el mío?" - dijo el joven - "Si está lleno de cicatrices" - prosiguió.
  • "Verás", - contestó el anciano - "las cicatrices que ves son el resultado de haber entregado trozos de mi corazón a las personas a las que he ayudado y amado. Muchas de ellas me entregaron a cambio un trozo del suyo, son esos trozos que ves diferentes. Cuando los miro me acuerdo de ellos. ¿Comprendes ahora por qué mi corazón es más hermoso que el tuyo?"
Ante aquellas palabras, el corazón del joven se conmovió. Se acercó al viejo y, arrancándose un trozo de su joven y perfecto corazón, se lo ofreció. El viejo, con una gran sonrisa, lo cogió, y a su vez, se arrancó un trozo del suyo para regalárselo al joven, colocando en el hueco aquel trozo nuevo. A partir de ese momento, el joven empezó a tener un corazón más hermoso".

La ciencia de vivir es el arte de amar

Rubén Darío

Una vez leído el cuento, recortar un corazón de papel o de cartulina y a ser posible que sean diferentes (folios blancos, de cuadros, de colores...) en cuyo interior cada participante escribirá cinco cualidades propias que sean positivas. Ejemplo: simpático, alegre, guapo, estudioso, etc. En función de la edad, podemos sustituir el papel por plastilina y que en lugar de escribir, lo digan en voz alta.

Se abre un diálogo buscando respuestas a los siguientes interrogantes: ¿Cómo era el corazón del anciano?, ¿por qué se reía el joven de que el anciano pensara que su corazón era más bello?, ¿cuál fue el corazón que al final reconocieron que era más bello?, ¿qué es entonces lo que hace más bello un corazón?, ¿estás de acuerdo con esto?, etc.

Por turno, cada participante expondrá, de forma individual (escrita u oral), cuatro circunstancias en las que sea posible ofrecer "un trocito de corazón" para cuidar el planeta. Se ayudará al alumnado con algún ejemplo concreto. Se presentan a continuación algunas sugerencias: separar la basura en casa y en la escuela, tirar los residuos a la papelera, responsabilizarse de cuidar una planta, recoger los excrementos del perro, pedir a los padres usar más transporte público y menos coche, cerrar el grifo cuando nos cepillamos los dientes, apagar luces y aparatos que no se utilizan incluido el stand-by, no arrancar flores ni hojas a los árboles, poner un tiempo límite al juego con aparatos electrónicos y buscar juegos que no supongan consumo, etc.

Después les invitaremos a formar juntos el corazón del grupo en una cartulina mural. Cada cual, libremente, cogerá un trocito de su corazón (de papel o de plastilina) y lo pegará en la cartulina.

Así, en conjunto, formaremos un solo corazón con trozos desiguales, de diferentes formas y colores: un corazón "hermoso".

Actividad (8-12 años)

1. EL CUENTO, EL TINTERO Y LA PLUMA

La actividad consiste en escuchar un cuento atentamente ya que a su término, las personas participantes realizarán un dibujo sobre lo que han escuchado. El cuento ha sido recuperado y adaptado de Pedro Pablo Sacristán: https://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/cuento-tintero-y-pluma

"En una pequeña ciudad hubo una vez un cuento vacío. Tenía un aspecto excelente, y una decoración preciosa, con las tapas de colores chillones y con dibujos muy chulos, pero todas sus hojas estaban en blanco.

Niños, niñas y mayores lo miraban con ilusión, todos y todas querían tocarlo y tenerlo entre sus estanterías, pero al descubrir que no guardaba historia alguna, lo abandonaban en cualquier lugar. El cuento estaba muy triste y no entendía que nadie le quisiera.

En otro lugar de la ciudad, un precioso tintero seguía lleno de tinta desde que, hacía ya años, su dueño lo dejara olvidado en una esquina del trastero. El tintero también estaba muy triste y cada vez que el dueño bajaba al trastero pensaba que iría a recogerlo, pero no, nunca lo hacía. Así que un día decidió escapar del trastero e irse a un parque de la ciudad, donde estaba más entretenido viendo a las parejas pasear, a las pandillas de amigos y amigas reírse y a los niños y niñas jugar.

Una de las veces que el cuento fue abandonado en un banco del parque, acabó junto al tintero. Ambos compartieron sus penas durante días, hasta que, una tarde, cayó a su lado una elegante pluma de pájaro, que en un descuido se había soltado en pleno vuelo. Aquélla era la primera vez que la pluma se sentía sola y abandonada, y lloró profundamente, acompañada por el cuento y el tintero, que se sumaron a los lloros con facilidad.

Pero al contrario que sus compañeros, la pluma se cansó enseguida de llorar, y quiso cambiar la situación. Al dejar sus quejas y secarse las lágrimas, vio claramente cómo los tres podían hacer mucho más que sufrir juntos, y convenció a sus amigos para escribir una historia que hiciera felices a los y las ciudadanas de esa ciudad que últimamente andaban cabizbajos. El cuento puso sus mejores hojas, la tinta no se derramó ni un poco y la pluma puso un montón de ingenio y caligrafía para conseguir una preciosa historia de tres amigos que comenzaron a cuidar el planeta y a las personas que habitan en él.

Un buen día, un señor de unos cuarenta años paseaba por el parque cuando se sentó a descansar justo en el banco donde estaba el cuento con su amigo y amiga. El señor tenía un aspecto entristecido, ya que tampoco aquel día había encontrado un lugar en el que trabajar. De repente, escuchó una extraña voz que salía de la bolsa.

¡Señor, señor! No esté tan triste, nosotros podemos ayudarle. Sabemos escribir cuentos, ¿por qué no se hace usted escritor?

El señor se dio un buen susto, ¡nunca había visto una bolsa parlanchina! La abrió con cuidado y allí encontró al cuento, al tintero y a la pluma. Pensó que no tenía nada que perder, así que empezaron a trabajar juntos y a escribir historias preciosas sobre cómo, si colaboramos, podemos conseguir más felicidad para todas las personas. Las enviaron a muchos concursos y, para su sorpresa, ganaron muchos premios.

El hombre encontró un nuevo trabajo porque a la gente le gustaban mucho las historias que escribía con el cuento, el tintero y la pluma. Cuando las leía, le entraban unas ganas tremendas de mejorar su ciudad y su entorno para que todas las personas que vivían en ella fueran un poco más felices cada día. Y así, unos y otros ciudadanos fueron recuperando la alegría, la ilusión y la esperanza".

Después de leer el cuento, la persona que dinamiza abre un espacio de reflexión en torno a las siguientes preguntas:

  • ¿Qué es lo que más te ha gustado del cuento? ¿Y lo que menos?
  • ¿Cómo ha colaborado cada uno de los personajes a cuidar nuestra Casa Común?
  • Explica al grupo alguna experiencia donde tú solo o sola no podías lograr algo, pero juntándote con alguien lo conseguiste.
  • Y tú, ¿qué cosas puedes hacer para que tu clase, tu colegio, tu familia o el lugar donde vives mejore? ¿Cómo te beneficiarías tú de esos cambios positivos?
  • ¿Crees que el avance y la mejora del medio ambiente de tu país es un derecho de todos y todas? ¿Quién o quiénes tienen la responsabilidad de conseguir esto?
  • Y tú, ¿qué haces para conseguirlo? La persona que dinamiza puede poner alguna música instrumental de fondo, y dejar un rato para pensar bien en esta pregunta.

Una alternativa según la edad de quienes participan es no desvelar el final del cuento y que por grupos elaboren el final y lo representen. Luego se puede contar el final del cuento real y comparar. ¡Puede ser muy divertido!

Finalmente, para poder transmitir a otra gente lo aprendido, cada participante se compromete a contar las conclusiones y lo reflexionado a sus familiares y personas conocidas.

2. AGENDA 2030

Comenzar viendo videos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS):

Video 1: La lección más grande del mundo (parte 1)

Video 2: Los objetivos de desarrollo sostenibles: ¿qué son? y ¿cómo alcanzalos?

Video 3: La lección más grande del mundo (parte 2)

Se animará la reflexión con las siguientes preguntas: ¿Qué cosas nos gustan del mundo? ¿Qué mejoraríamos? ¿Qué mundo queremos para los niños y niñas de 2030? ¿Qué vamos a hacer para conseguirlo? ¿Por qué no hacemos conjuntamente una cápsula del tiempo, que contenga nuestros deseos y compromisos para la infancia del futuro?

A continuación, se pide a las personas participantes que escriban en unos aviones de papel una idea para aplicar los ODS 12 y 13 (ya que son estos ODS los que se trabajan especialmente en la Campaña "Si cuidas el planeta, combates la pobreza", pero se puede hacer la actividad con otros ODS). Por ejemplo, para el Objetivo 12, sobre "consumo responsable", una idea podría ser usar el papel de escribir por ambas caras; otra, sería plantar un huerto en la escuela.

Quien dinamice la actividad dirá:

- "Vamos a lanzar los aviones. Cuando capturéis un avión, leer lo que lleva escrito y agregarle otra idea. No limitaros a las ideas habituales; podéis escribir algo creativo o insólito. ¡Entonces, lanzar el avión otra vez!"


¡Cuente hasta tres y que lancen los aviones! Refuerce el ambiente de fiesta con música rítmica. Tras varios lanzamientos, apague la música y pida que cada participante recoja un avión. Una persona detrás de otra leerá en voz alta lo que está escrito en el avión correspondiente.

Es bueno ir escribiendo en una pizarra o panel una lista de proyectos posibles. Para terminar, todo el grupo examinará la lista de proyectos que la actividad haya generado. Los niños y niñas decidirán qué proyecto consideran más importante sobre el que su clase/escuela/grupo debería trabajar y aportarán algunas ideas someras sobre cómo empezar a hacerlo.

3. CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

Se comenzará con unas preguntas que animen a la reflexión: ¿Existe contaminación en tu entorno? ¿Afecta ésta a las personas? ¿A qué personas, a las más pobres y vulnerables?

Organice a los niños y niñas en grupos de cuatro. Cada grupo tendrá un caso de estudio diferente que describe las causas y efectos de una forma de contaminación; por ejemplo, los que aparecen en las imágenes que se muestran a continuación: un derrame de petróleo, escape de los vehículos, bolsas de plástico, basureros, centrales eléctricas de combustibles fósiles, transporte aéreo, productos químicos agrícolas y contaminación industrial del agua. Deben leerlo y tienen entonces unos cuantos minutos para ayudarse entre sí con cualquier vocabulario desconocido y para ubicar el caso de estudio en un mapamundi. Anime a tomar notas de lo más relevante.

Pida a cada grupo que presente ideas para evitar la forma de contaminación de la que han leído. Si es posible, las soluciones deben ser acerca de la posibilidad de detener la causa de la contaminación más que simplemente hacer frente a los efectos de la contaminación. Permita a las personas participantes ser creativas con esto y proponga ideas para prevenir la contaminación. Aníme a dibujar un diagrama que muestre los efectos de emprender las acciones necesarias para impedir la contaminación. Se pueden utilizar palabras/símbolos o imágenes. Ejemplo: Usar menos bolsas de basura > menos desperdicio de plástico en el mar > prolifera la vida marina.

A continuación, cada grupo debe escribir dos cosas que pueden hacer de manera diaria como clase (o grupo de catequesis, de campamento, etc.) para evitar la contaminación de su medio ambiente local. Refiérase de nuevo al debate que se realizó al principio en relación con la contaminación que existe donde viven. Las ideas pueden registrarse de manera que los niños y niñas puedan recordarlas los próximos días y semanas.

Para terminar, se presentan los Objetivos Mundiales de Naciones Unidas y se explica por qué el medio ambiente es una de las áreas en las que trabajan los ODS.

Actividad (12-16 años)

1. LA TRIBU

Se les pide que imaginen que son los y las ciudadanas de una tribu, a quienes su jefe y jefa supremos les han mandado un comunicado urgente:

Querida tribu:

Como muy bien saben, nuestra comunidad no tiene las mejores condiciones para ustedes, como ciudadanos y ciudadanas. Somos conscientes de que el medio ambiente de nuestra comunidad está muy deteriorado y esto está afectando la vida de todos los que aquí habitamos. En ocasiones este deterioro está causado por empresas extranjeras que vienen a llevarse nuestros recursos, pero en muchas otras, este deterioro lo causamos nosotros mismos. 

Como consecuencia hay familias que pasan hambre, entre otros problemas. Así que hemos decidido probar unas medidas diferentes, que ya han puesto en marcha nuestros jefes vecinos, y les está yendo mucho mejor. Estamos entusiasmados de informarles de que, a partir de este momento, ustedes, como ciudadanos y ciudadanas, podrán participar en algunas de las áreas que afectan al desarrollo de nuestra tribu, como son la política, la económica, la social o la cultural, para que así, con sus decisiones, propuestas y medidas, puedan contribuir a mejorar nuestro entorno y disfrutar de él.

Al ser una nueva medida, preferimos que sean ustedes quienes decidan en qué área quieren participar. Más adelante iremos aumentando las posibilidades de participación ciudadana, pero por el momento sólo tienen que elegir un área. Cuando tomen la decisión, y si les surge alguna otra propuesta, rogamos que nos lo comuniquen tan pronto como sea posible, para poder empezar a trabajar por conseguir mejoras.

Reciban un cordial saludo, El Gran Jefe y la Gran Jefa.

Como ciudadanos y ciudadanas de la tribu, se dividirán en grupos de cuatro o cinco personas y, cada grupo, tendrá que preparar la defensa de un área de desarrollo para, posteriormente, presentarlo al resto de sus compañeros y compañeras en un debate en el que se tomará una decisión sobre la propuesta a presentar a los jefes y las jefas de la tribu.

Así pues, en primer lugar, a cada persona se le entregará una tarjeta y un imperdible (que utilizaremos posteriormente) donde aparecerá escrito el nombre del grupo que le ha tocado (es decir, el área de desarrollo sobre la que trabajará). A cada grupo se le repartirá una cartulina grande donde aparecerá, en el medio y en mayúsculas de gran tamaño, su área de desarrollo. Alrededor del nombre del área se colocarán algunas palabras que les den pistas para reformular sus ideas en la defensa de esa área:

Área económica: derechos, dinero, riqueza, producción, consumo, decrecimiento, comercio, intercambio, renta, ahorro, compraventa, beneficios, competencia, mercado, crisis, precios, pobreza, materias primas, trabajo, productos, injusticia, quiebra, sostenibilidad, equidad, decrecimiento, inversión, gasto.

Área social: derechos, educación, clases, globalización, tecnología, medio ambiente, exclusión, niños, hogares, igualdad, evolución, jóvenes, investigación, salud, vivienda, migración, familias, empleo, protección, justicia, ancianos, integración, servicios sociales.


Área cultural: derechos, patrimonio, conocimientos, estudios, sabiduría, formación, progreso, adelantos, educación, arte, música, teatro, danza, cine, radio, escultura, pintura, valores, creencias, costumbres, religión, idioma, deporte, historia.

Área política: derechos, gobierno, leyes, Estado, asuntos públicos, partidos, ideología, votación, poder, pacto, cooperación, representación, debate, incidencia, transparencia, ciudadanía, participación, bien-común, orden, población, alianza, democracia, elecciones, corrupción.


En un tiempo determinado, cada grupo preparará su defensa: ¿por qué es importante que los y las ciudadanas de la tribu participen en esa área? ¿Cómo afecta esa área al desarrollo ambiental y social de toda la tribu? Y, por consiguiente: ¿qué derechos de las personas permite respetar el desarrollo sostenible en esa área?

Después, entre los grupos habrá un debate donde defenderán su área frente al resto de ciudadanos y ciudadanas.

Serán los mismos grupos los que tendrán que ponerse de acuerdo y tomar una decisión sobre el área que finalmente se desarrollará. Para este debate se dará un tiempo limitado. Es importante que cada persona se enganche la cartulina identificativa con el imperdible, para que cada vez que intervenga en el debate, se sepa qué área de desarrollo defiende. Una vez terminado el debate, se realizará una puesta en común, donde todo el grupo a la vez reflexionará sobre lo realizado.

A continuación, os ofrecemos preguntas que puede lanzar la persona que dinamiza:

  • ¿Cuál ha sido la conclusión de la tribu? ¿Qué derechos garantiza esa área? ¿Realmente creéis que se puede prescindir de algún área para lograr solucionar el problema ambiental y social que afecta a toda la tribu?
  • ¿Cómo me favorece como adolescente que mi sociedad se desarrolle plenamente?
  • ¿Qué medidas crees que debe llevar a cabo tu Gobierno, para lograr el desarrollo sostenible de tu Estado?
  • ¿Crees que tu Estado tiene que asumir responsabilidades frente al desarrollo de otros países? ¿Por qué?
  • Y tú, ¿cómo puedes promover la promoción y el desarrollo sostenible de tu clase, de tu familia, de tu pueblo? ¿qué haces por ello?

Una forma de participación es la sensibilización y la incidencia que consiste en informar y concienciar a la sociedad y a los poderes públicos de que sus acciones y decisiones afectan a muchas personas de tu país y/o de otros países. Así pues, os sugerimos una dinámica en torno a esta forma de hacernos cargo de nuestra responsabilidad:

Imaginaos que en una semana personalidades importantes del Gobierno van a visitar vuestro pueblo o ciudad. ¡Es la oportunidad ideal para concienciarles sobre el cuidado de nuestro planeta! Pensad qué vais a utilizar para transmitirles todo eso y después dividíos el trabajo por grupos. Por ejemplo, un grupo se encargará del discurso, otro grupo de los carteles que decorarán el centro, otros de decorar las camisetas que llevaréis puestas, otro grupo de un regalo simbólico que les entregaréis a cada uno de los visitantes o de las cartas que les queréis hacer llegar, etc. Estas son sólo algunas ideas, vosotros y vosotras diseñad aquello que más os guste.

Por último, se pondrán en común las diferentes protestas para que todo el grupo esté de acuerdo con lo que se utilizará en la incidencia. Y, ¡manos a la obra!

2. JUEGO DE LAS MÁSCARAS

El objetivo de la actividad y del diálogo posterior es ofrecerles ejemplos reales de personas que, sin más recurso que su voluntad y su esfuerzo personal, han contribuido a que millones de seres humanos vivan un poco mejor. Muchas de estas personas comenzaron desde muy jóvenes a favorecer a otra gente. Así que ¡NOSOTROS/AS TAMBIÉN PODEMOS!


Se divide la clase en pequeños grupos de tres o cuatro personas. A cada grupo se le reparte una "máscara" de un personaje que es ejemplo mundial de solidaridad y de lucha por la justicia. Algunos ejemplos de personas que han luchado por el cuidado del planeta y que se pueden utilizar (te animamos a buscar información sobre ellos): Ryan Hreljac, Katie Stagliano, Gandhi, Malala, Berta Cáceres, Mandela, Wangari Maathai, Chico Mendes, Patricia Gualinga, Gro Harlem Brundtland, Vandana Shiva, Al Gore, etc.

La máscara (foto tamaño folio de la persona en cuestión) se recorta, haciendo los agujeros de los ojos y se puede colocar haciendo dos pequeños agujeros en los laterales y anudando un poco de lana o bien se puede pegar un palillo "chino" por detrás y sujetarla con la mano sobre el rostro. Junto a la máscara, se les reparte una pequeña biografía de esa persona. Se les deja unos minutos para que preparen una exposición al resto de la clase, como si fuesen unos periodistas que están entrevistando a esa persona. Tienen que contar su vida, su origen, donde estudiaron, por qué son famosos, etc. El resto de la clase será el "público" del programa.

La presentación del "programa" la hace quien anima, por ejemplo leyendo esto:

"Muchas veces pensamos que nosotros/as no podemos cambiar el mundo. Cuando nos ponen ejemplos de grandes personas, las calificamos de héroes/heroínas y nos olvidamos que esas grandes personas fueron un día niños/as y jóvenes. Cada uno/a de nosotros/as puede hacer algo para mejorar el mundo. Os proponemos conocer un poco mejor a estas personas y vamos a empezar con..." y sale la primera persona y sus entrevistadores.

Cuando todos los grupos hayan terminado, se hará una puesta en común con preguntas como: ¿Conocían a estas personas? ¿Qué tenían de especial estas personas? ¿Qué valores creéis que les caracterizaban? ¿Tenían mucho dinero, contactos o seguidores cuando empezaron? ¿Qué dificultades encontraron? ¿En qué se parecen a nosotros/as? ¿En qué nos parecemos a ellos/as? ¿Qué peligros les amenazaron? ¿Cambiaron el mundo? ¿Y nosotros/as, podemos cambiar el mundo? ¿Cómo?, etc.

Podemos escribir en la pizarra las respuestas que vayan dando a la última pregunta: ¿Cómo podemos nosotros/as cambiar el mundo? Esas respuestas pueden elaborarlas de forma más artística en un mural que luego puede colocarse en algún lugar visible.


A continuación, vemos el comienzo de la película "Cadena de Favores" (5 min), donde el profesor pide al alumnado como tarea para final de curso que piensen un proyecto para cambiar el mundo. Podemos comentar brevemente qué les ha parecido siguiendo con la idea de que a veces los grandes cambios empiezan por pequeñas cosas que SÍ están a nuestro alcance. 

¿Podríamos pensar en un proyecto para desarrollar a lo largo del año que ayude a mejorar el mundo?


Para acabar, ¿qué les sugiere la frase de la viñeta?

Es cierto que tú solo no puedes cambiar el mundo, pero es igualmente cierto que solo tú puedes cambiar la parte del mundo que depende de ti.

Para cambiar tu vida, ¿qué puedes hacer (o dejar de hacer)?

1. Repasar las actividades que se han hecho para trabajar este principio y llevar a la práctica todas las ideas que han surgido en ellas para mejorar el planeta en el que vivimos.

4. Organizar una semana solidaria en la que visiten el colegio diferentes asociaciones u ONG de la zona para que cuenten lo que hacen y la manera en la que podemos colaborar. Para ello es necesario investigar, contactar con ellas, difundir la convocatoria, etc.

7. Lanza una cadena de favores. ¡A ver si cambiamos el mundo!

2. Crear dentro de la web del colegio una sección solo de noticias solidarias con el compromiso de difundirlas en las redes sociales (para contrarrestar el bombardeo de noticias pesimistas y destructivas).

5. Plantar un árbol con vuestra familia y animar a otras personas a que también lo hagan.

3. Organizar una visita o actividad de voluntariado puntual para conocer de primera mano las acciones solidarias y ambientales que se realicen en tu barrio a lo largo del curso y decidir cómo participar o colaborar.

6. Proponer a vuestro colegio utilizar proveedores comprometidos con el medio ambiente y los derechos de los trabajadores o inscribirse como centro educativo por el comercio justo en alguna de las iniciativas existentes de distintas ONGD.

El rincón de la oración

ORACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA

Hola Jesús, amigo, hermano y Dios mío.

Quiero darte las gracias porque tú estás siempre conmigo, dentro de mí, en mi corazón, allí donde yo fabrico mis pensamientos, allí donde yo fabrico mis palabras, allí donde yo fabrico mis sueños, allí donde yo fabrico mis acciones, allí donde yo fabrico mis decisiones.

Y estás ahí, tan dentro de mí, para decirme que me quieres, que nunca me dejas solo, que siempre me acompañas en los momentos buenos y en los momentos malos, como hacen los buenos amigos.

Cuando pienso cosas que me ayudan a ser mejor, cuando digo palabras que ayudan, cuando hago acciones que ayudan, cuando sueño o decido cosas que me ayudan y ayudan a los demás, es la mejor señal para saber que tú estás dirigiendo mi fábrica del corazón.


Después de rezar la oración, dibujar una brújula que señale a Jesús y que cada niño/a escriba su nombre dentro o ponga su huella.

No dejes, Jesús, que sea mi egoísmo el que dirija mi fábrica del corazón, porque entonces seré de los que hacen que este mundo sea tan injusto e insolidario.

Quiero, Jesús, que me ayudes a fabricar un mundo mejor con mis pensamientos, con mis palabras, con mis acciones, con mis sueños y decisiones.

Aquí me tienes Jesús, cuenta conmigo, quiero que siempre seas tú el que dirija la fábrica de mi corazón.

ORACIÓN SECUNDARIA

En un clima de silencio, escuchar la canción "¿Quién...?" de Luis Guitarra, repitiendo en alto, cuando termine, las frases que nos impactan más y nos animan a comprometernos por un mundo mejor. También puede añadir alguna otra pregunta que empiece con "¿Quién...?".

Pide a Jesús que te ayude a llevarlas a cabo.

¿Quién escucha a Quién cuando hay silencio? ¿Quién empuja a Quién, si uno no anda? ¿Quién recibe más al darse un beso? ¿Quién nos puede dar lo que nos falta? ¿Quién enseña a Quién a ser sincero? ¿Quién se acerca a Quién nos da la espalda? ¿Quién cuida de aquello que no es nuestro? ¿Quién devuelve a Quién la confianza?

¿Quién libera a Quién del sufrimiento? ¿Quién acoge a Quién en esta casa? ¿Quién llena de luz cada momento? ¿Quién le da sentido a la Palabra?

¿Quién pinta de azul el Universo? ¿Quién con su paciencia nos abraza? ¿Quién quiere sumarse a lo pequeño? ¿Quién mantiene intacta la Esperanza?

¿Quién está más próximo a lo eterno: el que pisa firme o el que no alcanza? ¿Quién se adentra al barrio más incierto y tiende una mano a sus "crianzas"? ¿Quién elige a Quién de compañero? ¿Quién sostiene a Quién no tiene nada? ¿Quién se siente unido a lo imperfecto? ¿Quién no necesita de unas alas?

¿Quién libera a Quién del sufrimiento? ¿Quién acoge a Quién en esta casa? ¿Quién llena de luz cada momento? ¿Quién le da sentido a la Palabra?

¿Quién pinta de azul el Universo? ¿Quién con su paciencia nos abraza? ¿Quién quiere sumarse a lo pequeño? ¿Quién mantiene intacta la Esperanza?

Descargar el archivo del sexto punto del decálogo infantil "Sé responsable y comprométete. Este es el paso más difícil y el más importante".