Carta de adhesión dirigida a líderes europeos sobre la IV Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo

28.04.2025
Las organizaciones de la sociedad civil y las personas abajo firmantes, instamos a quienes lideran Europa a comprometerse con una agenda transformadora y ambiciosa de reforma de la arquitectura financiera en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4), que tendrá lugar en Sevilla, España, a mediados de 2025.

La FpD4 es un momento crucial para que Europa se comprometa con una gobernanza económica mundial equitativa y con las reformas necesarias para hacer frente a la profunda desigualdad y a la crisis medioambiental que provocan y agravan graves problemas hoy y mañana. Las consecuencias del sistema actual se dejan sentir en todas las generaciones.

Entre las reformas críticas se encuentran la forma en que los países abordan el círculo vicioso de la deuda soberana, el desarrollo de un sistema justo e inclusivo de cooperación fiscal internacional, y el refuerzo de la cooperación al desarrollo. Las finanzas públicas siguen teniendo un papel probado y diferenciado en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que se encuentran la erradicación del hambre y la pobreza, la igualdad de género y la lucha contra el cambio climático.

La Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo es el único espacio en el que los asuntos económicos y financieros mundiales se debaten de forma transparente e inclusiva y en el que todos los países participan en pie de igualdad. La FpD4, por tanto, tiene el potencial de aportar equidad y justicia a la gobernanza económica mundial.

También es la primera vez que una conferencia sobre la FpD se celebra en suelo europeo. Esto brinda a Europa la oportunidad de desempeñar un papel en la revitalización de la confianza y la cooperación en un orden multilateral basado en normas. El éxito de la conferencia atañe a la reputación de Europa y es una prueba de su enfoque basado en valores para relacionarse con el resto del mundo.

En enero de 2025, una carta de la sociedad civil dirigida a las personas que lideran Europa incluía una lista de demandas políticas clave en relación con la FpD4. Acogemos con satisfacción la apertura al diálogo que se ha demostrado en las reuniones con la sociedad civil desde entonces. También agradecemos la reiteración del apoyo europeo al proceso de Financiación para el Desarrollo, demostrada en la reunión entre el Consejo Europeo y el secretario general de la ONU, celebrada el 20 de marzo en Bruselas.

Al mismo tiempo, nos preocupa la falta de un cambio positivo visible en la postura europea en las negociaciones de los resultados de la Conferencia. En lugar de respaldar propuestas para una toma de decisiones más democrática en cuestiones económicas mundiales, los países europeos se han opuesto hasta ahora a cualquier reforma significativa, defendiendo un status quo injusto y disfuncional, limitando la oferta europea a utilizar los escasos recursos públicos para apalancar la financiación privada. De hecho, la postura oficial de la UE y la conducta en las negociaciones del camino a Sevilla son muy problemáticas. Aunque la UE apoya unos objetivos de desarrollo ambiciosos y defiende la igualdad de género y los derechos humanos, bloquea los medios reales de aplicación necesarios para alcanzar estos objetivos.

En un mundo en el que solo se ha alcanzado el 17% de los ODS, y a solo cinco años de su fecha límite, este no puede ser el enfoque europeo para acelerar la acción. Sevilla es la última oportunidad para colmar el déficit de financiación de los ODS mediante reformas estructurales significativas. No puede desperdiciarse.

Europa debe desempeñar su papel en un sistema multilateral que contribuya a una gobernanza económica mundial justa y democrática. Esto reflejaría el objetivo de erradicación de la pobreza del artículo 208 del Tratado de Lisboa.

Alinearse con las voces progresistas que reclaman reformas significativas de la gobernanza económica mundial en las negociaciones previas a Sevilla no sólo es lo correcto, también reforzará la posición geopolítica de Europa. Es una oportunidad estratégica sin precedentes y les pedimos a ustedes, personas que lideran Europa, que la aprovechen.